«Odio y desprecio a los cazadores…» – Brigitte Bardot

Odio y desprecio a los cazadores, esos sub-hombres de despreciable cobardía, con caras de borracho que, disfrazados con uniformes militares, armados con sofisticadas armas de guerra, salen a asaltar a los humildes e inocentes animales de nuestros bosques cuya única culpa es estar vivos y servirles como objetivos. Los cazadores son los terroristas del mundo animal. Llevan en sí los genes de una cruel barbarie heredada de nuestros antepasados ​​primitivos que, al no poder satisfacerse con los seres humanos, se desahogan con los animales. Este placer de darles muerte es prueba de su impotencia para dar vida. Un ejemplo flagrante de esta vergonzosa perversidad es el presidente de la federación de caza, este depredador de cara grande y llena de presunción «Willy Schraen» que se atrevió a decir durante una entrevista: «Amo la caza porque amo matar». ¿¿¿No es hermoso???

Y Macron que se inclina ante ellos y les otorga ventajas que violan las leyes europeas cuando no ha hecho nada por la mejora de la condición animal que llevo esperando por 47 años. Él besa sus traseros sólo por votos al azar para las próximas elecciones. Una vida no vale nada, pero nada vale una vida «¡sea humana o animal! ¡Por culpa de estos cazadores, nuestros bosques son solo un cementerio!

En cuanto a «cazar con perros», es aún peor. Es un grandioso teatro de campesinos sureños que se toman por aristócratas, vestidos con atuendos teatrales, ridículos, con un personal de lujo, con una jauría de perros hambrientos con la intención de matar premeditadamente a un animal que será perseguido inhumanamente, hasta el punto del agotamiento, hasta que suenen las cornetas anunciando su muerte ‘halali’ cuando será «servido» aterrorizado por una daga que le arrancará el corazón bajo los bravos y las risas de los perseguidores. Asesinato social, asesinato legal, prohibido en la mayoría de los países de la UE, pero que continúa su absoluto horror en Francia. Son pocos los ejemplos flagrantes que muestran una ley creada para una minoría contra la voluntad de la mayoría.

«También está la agonía inadmisible que se le da a los pajaritos, estos seres tan puros, tan frágiles, tan alegres, esto es lo que llamamos caza de cola, que se practica mucho en el Var y que consiste en cubrir una rama con pegamento y colocar semillas al lado. El pajarito se quedará atascado, no podrá volar más y morirá de agotamiento. El hombre vendrá a recogerlo y hará anticuchos con él. Nuestro lamentable ex Ministro de Ecología lo autorizó nuevamente cuando ya había sido prohibido. Hasta nunca «.

Brigitte Bardot
Presidenta
Este editorial fue publicado en info-journal número 110 (tercer trimestre de 2019).